#ElPerúQueQueremos

Luces, cámara... Economía #7: KINGSMAN El Servicio Secreto

Aquí nos encontramos con otra falacia, una popularizada por Malthus: La "sobre"población. Y de paso, con ese defecto que comparte el 99% de nuestros políticos, de derecha e izquierda y que HAYEK llamó "la fatal arrogancia" (pensar que "yo" soy el mesías y puedo conocer cómo mejorar la vida de una persona incluso mejor que esa persona misma).

Y él se encarga de decidir quién sobrevive, ¿no?Y le permitirá vivir a todos sus amigos ricos.

-Eggsy

Publicado: 2015-06-02

El mito malthusiano de la "sobre"población está más en boga que nunca, ahora apoyado con la crisis del calentamiento global. Y si bien acá no tenemos conocimientos sobre física, biología y símiles suficientes como para afirmar o refutar el calentamiento global, basta un entendimiento de conceptos básicos de economía para refutar la falacia popularizada por MALTHUS (aunque según ROTHBARD, la misma idea ya había sido enunciada por BOTERO hace siglos)

KINGSMAN: EL SERVICIO SECRETO es un peliculón. Especialmente las actuaciones de Collin Firth y Samuel L. Jackson que demuestran nuevamente ser tremendos genios. El guión (basado en una novela gráfica que ojalá pueda conseguir), las secuencias de acción, los personajes, etc. Altamente recomendable. Y lo mejor de todo, lo ya no ya, es que a diferencia del 99% de películas que estamos acostumbrados, en ésta película, el malo ilustra la consecuencia lógica de lógica de la mentalidad socialista (o sea, en éste película el malo es un "caviar").

La historia se trata de una agencia privada de espías británicos que descubre el plan megalomaníaco de Valentine, un multimillonario a lo Zuckerberg. Valentine quiere salvar el mundo y ha destinado parte de sus millones a investigar soluciones contra el calentamiento global, pero
*************SPOILER*****************se ha dado cuenta que simplemente el planeta no puede soportar el crecimiento de la población; ni siquiera puede soportar la cantidad actual y por ello, ingenia un plan para reducirla artificialmente y salvar a unos cuantos.


Pero Valentine se olvida de un factor clave: La Ley de Asociación de RICARDO. Un gran aporte de David RICARDO a la ciencia económica estuvo en descubrir los conceptos de Ventaja Comparativa, que a su vez, se fundamenta en el concepto de Costo de Oportunidad. El Costo de Oportunidad en esencia significa que al hacer una cosa X, dejas de hacer una cosa Y, entonces, el costo de esa X es Y. Entonces, si aplicamos esto a un mundo de personas que tenemos distintos recursos (materiales, corporales, mentales, sociales) y por ende, cada persona posee distintas ventajas (absolutas o comparativas) respecto de otras personas sobre ciertas cosas, el resultado es la propensión a agruparnos, a formar sociedades, una propensión que es igual tanto para el más talentoso y fuerte de los seres humanos como para el más débil y desprotegido.

El ejemplo clásico consiste en comparar a dos productores (ej.: un carnicero y un panadero) y ver cómo la cooperación y la división del trabajo los hace ganar más de lo que ganarían aislándose:
- Cada productor tiene una ventaja absoluta (es decir, el panadero en el mismo tiempo puede hacer más panes que el carnicero)
- Pero por el Costo de Oportunidad, esta ventaja absoluta sobre una cosa "X", hace que dedicarte a otra cosa "Y" sea más caro (si en un día puedo producir 1000 panes o 10 kilos de carne, entonces, producir 1 kilo de carne me cuesta 100 panes; pero al carnicero que puede hacer 100 panes o 100 kilos de carne, hacer 1 kilo de carne le cuesta 10 panes nomas).
- Además, cada día, el panadero podrá disfrutar de sus primeros 10 panes pero los otros 10 probablemente "le sobren", pues la satisfacción que éstas generan no será igual a las primeras unidades que consumieron (simplemente porque el fin que buscan satisfacer ya no es tan urgente como al inicio).
- Por ello, si deciden intercambiar esas unidades "sobrantes" podrían satisfacer otras necesidades y así, estar en una mejor situación que si se aislaran.

Esto significa, que mientras más personas existan en el planeta, estaremos mejor, pues se multiplican las posibilidades de satisfacer nuestras necesidad. Además, asumir que hay un límite máximo de personas implica asumir que no existe la creatividad ni la posibilidad de innovación tecnológica (¿cuántos arboles se talaran menos ahora que tenemos lectores electrónicos? ¿cuántas horas de esfuerzo humano -y los insumos de alimento, vivienda, etc. que implican- se han ahorrado con la invención del tractor u otras maquinarias que permiten enfocarnos más en otras áreas como descubrir el universo o su significado?) mientras que en realidad, eliminar a la población significa precisamente eliminar ese recurso valioso y escaso que es la mente humana (solemos caer en el error de pensar que los inventos son hechos aislados cuando en realidad, cada innovación es el resultado de mil experimentos de mil mentes que fracasaron pero fueron pavimentando el camino para que eventualmente llegue una mente que genera el resultado visible). 

Nuestro villano Valentine también se equivoca en una segunda cosa: rescatar a la "crema y nata" de la población no nos asegura un mejor futuro. Veámoslo con el ejemplo anterior:
- Imaginemos que Samuel tiene ventaja absoluta haciendo panes Y carne (digamos, 100 panes ó 100 kg carne al día) y que Collin es bueno haciendo carne pero inferior en ambas cosas (digamos, 10 panes ó 50kg de carne).
- Entonces, 1 pan le cuesta 1kg de carne a Samuel mientras que 1 pan le cuesta 0.2 kg de carne a Collin (REPITO, en términos de "costo de oportunidad" porque no es como si entregara 1 kilo de carne a alguien a cambio de 1 pan, sino que, al hacer 1 kilo de carne, dejará de hacer 1 pan).
- Por tanto, a Samuel le conviene especializarse en la producción de pan y dejar que Collin se especialize en la carne. Sea como sea, cooperar y formar una relación social les genera a ambos una mejor situación de bienestar.

Y por último, 2 argumentos breves:

- El primero, es netamente MORAL (y hasta dogmático si quieres, simplemente no puede admitirse prueba en contrario pero tampoco está fundamentado en la razón sino en una concepción moral, arbitraria pero definitivamente irrefutable para quien aquí escribe): El día que admitamos que el ser humano es el problema, la consecuencia lógica será promover la extinción de la especie humana. Por tanto, JAMÁS PODEMOS ADMITIR que el ser humano es el problema (y si quieres refutarme, primero tendrías que ser coherente y suicidarte, y luego me mandas tu comment mediante Charlie).

- El segundo, es que el ser humano en realidad, como demuestra la economía y otras áreas donde se ha exhibido el talento de nuestra especie, no es necesariamente un "destructor de la naturaleza" sino, en gran parte, son los erróneos sistemas sociales en los que nos organizamos los que nos motivan a incurrir en conductas que son nocivas para el medio ambiente (¿sabías que existe una corriente llamada "Free Market Environmentalism", o sea, soluciones al problema medioambiental desde el libre mercado?). Y esos sistemas sociales se fundan sobre esa mentalidad que HAYEK denomino "la fatal arrogancia": considerar que la economía (o mejor dicho, la sociedad) es una especie de "motor mecánico" -como equivocadamente conciben los keynesianos- que puede manipularse "quirúrgicamente" por un grupo de expertos en la materia, es un error fatal y lamentablemente, sigue siendo el modus operandi de las clases políticas de turno en todo el mundo.

Y con ésto, nos despedimos hasta la siguiente semana

Manners maketh Man.



Escrito por


Publicado en

el blog del CEDE

Nuestra meta: Trascender las barreras del Derecho mediante el AED y encontrar ese mundo real a veces ignorado por el mundo jurídico.